la carencia de acceso a agua potable limpia para los pobres
(SDG 1 ‘Sin pobreza’)
la falta de agua limpia tiene graves consecuencias para la salud
(SDG3 ‘Buena salud y bienestar’)
Principalmente son las mujeres y las niñas las encargadas de la recogida y provisión de agua
(SDG5 ‘Igualdad de género’)
En 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho fundamental al agua y el saneamiento para todos. Todo el mundo tiene derecho a agua en cantidad suficiente, de forma continua, segura, aceptable, físicamente accesible y asequible para uso personal y doméstico.